domingo, 27 de noviembre de 2011

Austen se reinventa en las redes sociales, de Carmen Mañana

Os traigo este interesante artículo publicado el 26/11/2011 en Babelia, suplemento cultural de El País y firmado por Carmen Mañana, sobre Jane Austen.

Sentido y sensibilidad, que cumple 200 años sin perder el favor de crítica y público, ejemplifica el fenómeno de la autora

Lanzarse al amor sin miedo al cataclismo o hacer el esfuerzo protector de contenerse. Hace 200 años, JaneAusten (Steventon, 1775-Winchester, Inglaterra, 1817)planteaba esta cuestión en Sentido y sensibilidad. Una duda que aún continúa vigente a juzgar por el éxito de ventas, crítica y público con el que la novela llega a su segundo centenario. Esta primera publicación de la autora constituye el ejemplo perfecto de obra que trasciende la etiqueta de clásico para encuadrarse en la de fenómeno editorial y cultural. "El secreto de su popularidad constante a lo largo de dos siglos reside simplemente en su gran calidad. Jane Austen es la única escritora en inglés que no ha perdido el favor de la crítica nunca", afirma vía e-mail David Shapard, autor de The Annotated Pride and Prejudice y uno de los mayores expertos mundiales en la obra de la escritora.

Los libros de Austen no han dejado nunca de reeditarse ni de atrapar al gran público. Los cambios sufridos por la sociedad y, supuestamente, dentro de las relaciones sentimentales desde 1811 no hacen mella en sus páginas ¿Las claves? Para empezar, "cada argumento está sólidamente construido: encaja con los demás armoniosamente", defiende Shapard.

La autora entrelaza historias de las que siempre se desprende una lección vital. Nada en ella resulta accesorio. "En sus libros siempre prevalece la justicia, la virtud frente al vicio. Austen busca demostrar que aquellos que se comportan honestamente y son fieles a sí mismos terminan siendo recompensados por la vida", apunta Shapard. A través de sus antagónicas heroínas, Sentido y sensibilidad ejemplifica, quizá mejor que ninguna de sus otras novelas, esa intención moralizante. Elinor Dashwood, que obra con contención, racionalidad y decoro, resulta premiada -tras mucho sufrimiento- con un destino perfecto. Mientras que Marianne, irreflexiva y pasional, es castigada con la vergüenza, el abandono de su amado y casi la muerte. Solo cuando se arrepiente y endereza, la autora decide rescatarla del erial emocional y darle un final de cuento de hadas. Un cierre que siempre tiene lugar en un mismo escenario: el altar.

Quizá por ello, aún hoy, muchos enmarcan su producción dentro del género romántico. "Esa imagen de novela para señoritas, que indigna a autores como Mark Twain, surgió en la época victoriana", apunta el responsable de Alba Luis Magrinyà, que, para celebrar el bicentenario de la obra, reedita Juicio y sentimiento -así es como tradujo en 1993 Sense and sensibility- además de Mansfield Park, la novela con la inauguraron la colección Alba Clásica en 1995.

La interpretación rosácea de las novelas de Austen quedó rebatida en los años cuarenta, cuando el profesor de literatura inglesa D. W. Harding publicó el ensayo Scrutiny y devolvió a la autora la categoría de gran observadora social que hoy reconoce la crítica y que muchos escritores clave del siglo XX como Vladímir Nabokov, Carmen Martín Gaite, David Lodge o William Somerset Maugham toman como referencia.

Cierto que en sus novelas hay grandes historias de amor, pero, según Magrinyà, la británica era una antirromántica total: "Hace sátira de todos los vicios domésticos, incluidas las conductas pasionales no moderadas por la razón". Austen predica que el amor y el cariño son necesarios dentro del matrimonio y se opone a las uniones forzadas, pero también defiende que estas deben ser prácticas y, en palabras de Shapard, "nunca insinúa que el dinero no importa, sino todo lo contrario". El "contigo pan y cebolla" no era para Austen. De hecho, las hermanas Dashwood comen perdices junto a hombres que están muy por encima de su posición social y financiera.

Los problemas y desigualdades económicos no son meras pinceladas costumbristas dentro de la obra de Austen. La escritora critica repetidas veces el sistema hereditario patriarcal que imperaba en Reino Unido y que dejaba a las mujeres a merced de la generosidad de sus hermanos o de un buen casamiento. Es precisamente en Sentido y sensibilidad donde más dura e hilarantemente resulta esta denuncia. En concreto en su segundo capítulo, uno de los más alabados y estudiados por la crítica. La pieza arranca con el hermanastro de las Dashwood concediéndoles una renta generosa tras la muerte de su padre y termina dejándolas casi en la indigencia.

Pasajes de este tipo hicieron que ya en el siglo XIX estudiosos como Margaret Oliphant empezasen a hablar de su "cinismo femenino" y, más tarde, de su supuesto feminismo. Un tema que hoy dispara los debates más encendidos entre expertos. Magrinyà concede que existe una clara lectura feminista de sus novelas, mientras Shapard señala que este movimiento era aún incipiente cuando Austen escribía: "En Sentido y sensibilidad se queja de que los hombres son menos castigados que las mujeres por sus comportamientos sexuales inapropiados, y expresa su deseo de que la condena social sea más parecida, aunque nunca dice que deba ser igual", plantea.

Una tibieza quizá hoy en día. Pero pese a todo lo que han cambiado las reivindicaciones sociales y sentimentales a lo largo de 200 años, la novela no ha quedado obsoleta. La capacidad de la británica para reflejar la naturaleza humana sigue enganchando al público del siglo XXI como lo hiciera en el XIX. "Austen actúa como una narradora casi invisible que, a través de su magnífico sentido del humor y de unos increíbles diálogos, permite que veamos cómo los protagonistas crecen, que seamos testigos de sus errores y aprendamos de las lecciones morales que devienen con naturalidad de sus actos", argumenta la expresidenta de la Jane Austen Society of North America Joan Klingel Ray. Una de las coetáneas de Austen más célebres, la princesa Carolina de Gales (1796-1817), hija del rey Jorge IV, decía que veía en Marianne Dashwood -la hermana alocada de la novela- "la misma imprudencia" que en sí misma.

Como la aristócrata, muchos lectores actuales siguen identificándose con sus personajes. La razón está clara para Klingel: "Los protagonistas deben tomar las mismas decisiones vitales que una persona real. Además, todavía resulta fácil encontrar a hombres débiles como Edward Ferrars, que no se atreve a confesarle a Elinor Dashwood que está comprometido, o mujeres que siguen buscando a su señor Darcy [el protagonista de Orgullo y prejuicio]". Es decir, ese amor perfecto (y económicamente conveniente) que, tras algunos obstáculos, tenga el mismo final que las novelas de Austen. Un "felices para siempre" muy ventajoso desde un punto de vista comercial, según el editor de DeBolsillo Jaume Bonfill.

Su sello ha lanzado 14 ediciones de Sentido y sensibilidad en la última década. "Es el título de Austen que más vendemos -unos 10.000 ejemplares al año- y el que tira del resto de sus obras, de las que se han despachado 600.000 unidades desde 1996. Algo espectacular", asegura. Se acaba de publicar una edición en tapa dura de la novela con motivo de su bicentenario: "Solemos hacerlo para promocionar a los escritores, pero Jane Austen no lo necesita".

No son los únicos. Este año es testigo de una cascada de revisiones: desde la ilustrada para formato electrónico que propone el portal Amazon hasta los 500 exquisitos facsímiles que publicó este verano la Casa Museo de Jean Austen. Además de iniciativas amateurs como la página de la red social Flickr, en la que fans hispanohablantes de todo el mundo cuelgan imágenes suyas leyendo el libro.

Las múltiples películas y series basadas en las novelas de Austen también han ayudado a consolidar el fenómeno, tal y como reconoce Bonfill. En DeBolsillo notaron el primer repunte en las ventas tras el estreno de la película de Ang Lee Sentido y sensibilidad (1995). La cinta obtuvo un Oscar al mejor guión adaptado y dio a conocer la historia de las hermanas Dashwood a un público global. En un intento por repetir los buenos resultados de crítica y taquilla, Hollywood potenció la divulgación de la obra de Austen al adaptar también Emma (1996), Orgullo y prejuicio (2005) e incluso la seudobiografía La joven Jane Austen (2007), basada en la obra Becoming Jane Austen, de Jon Spence. Eso sin contar las maravillosas aunque menos conocidas series de la BBC.

Feminista o no, romántica o cínica, todos coinciden en que Austen fue una incisiva observadora social, cuyos personajes, creados con pluma y tinta hace 200 años, siguen triunfando hoy en papel, pantalla grande y pequeña, formato digital y hasta en las redes sociales.

martes, 22 de noviembre de 2011

...el psicólogo

-Buenos días
-Si tú lo dices
-¿Qué tal estás?
-Tengo anginas, me duelen las cervicales y me han enviado otra de esas cartas.
-¿A qué cartas te refieres?
-"Tras haber valorado su propuesta editorial, lamentamos comunicarle que no se adapta a nuestra línea de trabajo. Nos obstante, le animamos a seguir intentando su edición y a enviarnos posteriores trabajos..."
-Ya veo.
-Por lo demás estoy bien.
-¿Qué opinas de tu novela?
-¿De cual?
-De la que te han rechazado.
-Que es una buena historia, aunque sea de vampiros.
-Ah, ¿es de vampiros?
-Sí ¿qué pasa?
-No, nada, es que no te imaginaba escribiendo sobre vampiros.
-¿Por qué? Hasta ahora he escrito sobre la familia, la anorexia y Egipto. Crees que me estoy encasillando en... ¿qué?
-No es eso, es que esas novelas...
-¿Qué pasa con esas novelas? Me recuerdas a mi compañero de trabajo que cree que el Romanticismo es al siglo XIX lo que las novelas de Corin Tellado al XX (con todo el respeto hacia la señora Tellado).
-Vayamos a lo que importa ¿cómo te sientes?
-Hombre, básicamente, echa una mierda.
-¿En qué crees que te va a afectar esta nueva decepción?
-Supongo que me habrá salido otra línea en el cerebro, en la parte esa en la que se escriben los "vete a la mierda".
-Tampoco creo que sea eso lo que te han querido trasmitir.
-No, lo que me han querido trasmitir ha sido: mira rica, novelas como la tuya las recibimos a cientos. Sin padrino no te habrás pensado que nos íbamos a molestar en leerla ¿no? 
-¿Te refieres a tener un mentor?
-¡Uy, que fino! Mentor. Me refiero a un enchufe, a hacerle la pelota a un escritor que ya esté bien situado y encolomarle mi novela por debajo de la mesa camilla. ¡Mira, qué tengo por aquí!
-Debemos trabajar el pensamiento positivo.
-Y ahora es cuando nos ponemos a hablar de física quántica y el generador de unos y ceros.
 Fruncido de ceño
 -Sí, hombre, el experimento ese que dice que si le pides a una persona que apriete el botón de un generador de unos y ceros, sin pensar en nada, el generador proporcionará una cantidad aleatoria de ambos números, pero si le dices que piense en qué número le gustaría que saliese en mayor cantidad, ese deseo influirá en el resultado.  
-¿Y qué tiene eso que ver con el pensamiento positivo?
-Tú eres el psicólogo. Oye, por cierto, tú decidiste ser psicólogo así de pronto o fue alguna clase de trauma.
-¿Por qué piensas eso?
-No sé, que alguien quiera dedicarse a escuchar los rollos de los demás no es muy saludable, me parece.
-Volvamos a tu carta. Ibas a explicarme cómo te sientes.
Pausa.
-Hombre, teniendo en cuenta que no es la primera vez que me rechazan, ni tampoco es la primera vez que tengo anginas, pues tengo una sensación... familiar.
-Eso no es decir nada.
-Trato de pensar en positivo, no quiero tener cáncer.
-¿No crees que un pensamiento positivo pueda ayudarte a superar las decepciones?
-Creo que "decepción y positivo" no pueden ir juntas en la misma frase.
-Quizá deberías encontrar una manera de "responder" a esa carta, no de un modo literal, me refiero a algo simbólico.
-¿Algo como una entrada en mi blog?
-Por ejemplo.
-Para que luego digan que tener un blog es gratis. A mí esta entrada me va a costar cincuenta y cinco euros.
-Sesenta, hemos subido.
-Piensa en positivo, piensa en positivo.

martes, 15 de noviembre de 2011

Ernest Alòs, en El Periódico de Cataluña

Ediciones B revoluciona el 'e-book'

El libro electrónico aún no ha eclosionado en España por la falta de sistemas de compra simples e inmediatos y por la ausencia de una oferta amplia y barata de títulos. Pero parece que todo está a punto de cambiar. Amazon, Kobo, FNAC, Google, Casa del Libro, Apple... están a punto de ofrecer sistemas para comprar y leer con un click. Y la oferta editorial también empieza a moverse. Hoy, Ediciones B lanza la apuesta más radical emprendida hasta el momento por el remiso sector editorial español: B de Books, la primera editorial generalista íntegramente digital, con 600 títulos de entrada y 250 novedades al año que se publicarán al mismo tiempo que las versiones en papel de Ediciones B, y algunos de ellos solo en digital; una política de precios rompedora (de 1,99 a 9,99 euros) y sin el sistema de protección anticopia DRM, lo que permitirá al lector compartir el libro que haya comprado en tantos dispositivos y tantas veces como quiera.


«La encriptación no sirve para evitar la piratería: la prueba es la cantidad de libros que están encriptados y pirateados. Al contrario, la favorece, aunque parezca una contradicción. Porque lo que fomenta la piratería es poner dificultades al comprador, que el proceso de compra sea engorroso y el precio alto», argumenta el director editorial de Ediciones B, Ernest Folch.

Patricia Cornwell a 1,99 euros. John Locke a 2,99. Moisès Broggi a 3,99. También Vázquez Figueroa al mismo precio. La trilogía Escipión de Santiago Posteguillo a 5,99 cada ejemplar. El país de la nube blanca de Sarah Lark y Gente tóxica de Bernardo Stamateas, a 9,99 euros. «Hemos imitado la franja de precios que ya funciona en EEUU», explica Folch.

La política de precios no toma como referencia un porcentaje del importe del libro en papel sino que establece el precio que comercialmente puede ser atractivo para el comprador digital. Estas cifras implican indirectamente descuentos del 30% al 90% respecto al precio del libro impreso. «Utilizamos una marca diferenciada porque se trata de un canal de venta diferenciado, con distintos puntos de venta y distintas estrategias de márqueting. Hasta ahora la versión digital se consideraba una versión subsidiaria del papel, pero esto no tiene sentido», argumenta el director editorial de B.

Del catálogo de Ediciones B, aproximadamente un 80% de los títulos tendrá su paralelo digital al mismo tiempo que en papel. Pero en un futuro próximo B de Books también lanzará títulos exclusivamente online, o que estarán disponibles en versión digital unos meses antes de pasar a la imprenta.

TAMBIÉN PARA KINDLE / Los puntos de venta serán todos los que existen en el mercado español. La editorial ya ha llegado a un acuerdo con Amazon para vender sus libros para el Kindle, de forma inmediata en las tiendas de Amazon de Francia, Italia y EEUU y presumiblemente antes de Navidad en Amazon.es, coincidiendo con el desembarco del Kindle en España. También, a través de Libranda, con las tiendas online convencionales, como Casa del Libro, FNAC, Leqtor, y en un futuro próximo Google y Kobo.

Dos casos particulares: Apple y Koomic. Aún se está en conversaciones con la iBookstore, a medio gas en España, pero sí está clara la publicación de cuatro Apps para iPad y iPhone al año. En el caso de Koomic, B seguirá volcando su catálogo de cómic, que en este momento copa 9 de los 10 títulos más vendidos en esta tienda.

ERNEST ALÓS (Barcelona)

Información publicada en la página 56 de la sección de Espectáculos de la edición impresa del día 15 de noviembre de 2011


Por si quieres más:

Libros digitales desde 1,99 euros y sin protección anticopia
El País

Libros electrònicos a precio de saldo y sin protección antipiratería
ABC

domingo, 13 de noviembre de 2011

Concursos de relato por mail

XVI CERTAMEN DE RELATO GAZTELEKU DE SESTAO
Modalidad: Relato corto
Tema: Fantástico
Extensión: mínimo de 5 y máximo de 10 folios.
Plazo de entrega: 26 de noviembre de 2011.
Fallo: Enero de 2012
Premio: 350€

III EDICIÓN DEL CONCURSO “HISTORIA DE MIS MUEBLES”
Modalidad: Relato corto
Tema: Muebles
Extensión: mínimo 500 y máximo 1200, caracteres con espacios.
Plazo de entrega: 15 de diciembre de 2011.
Fallo: 15 de enero de 2012
Premio: 3.000€

VIII CERTAMEN DE RELATO BREVE GERALD BRENAN
Modalidad: Relato corto
Tema: Libre
Extensión: mínimo de 5 y máximo de 10 folios.
Plazo de entrega: 19 de diciembre de 2011.
Fallo: Enero de 2012
Premio: 1.000€
BASES

IX PREMIO IBEROAMERICANO DE RELATOS CORTES DE CÁDIZ
Modalidad: Relato corto
Tema: Libre
Extensión: 90 A 150 páginas.
Plazo de entrega: 30 de diciembre de 2011.
Fallo: 19 de marzo de 2012
Premio: 12.000€
BASES

III CERTAMEN DE RELATO HIPERBREVE CAMINO DE LA LENGUA CASTELLANA
Modalidad: Relato hiperbreve
Tema: El camino de la Lengua Castellana
Extensión: 20 líneas.
Plazo de entrega: 31 de diciembre de 2011.
Fallo: marzo de 2012
Premio: 2.000€
BASES

viernes, 4 de noviembre de 2011

Entrevista con Miguel Sanfeliu

Inicio hoy una nueva sección en mi blog: Entrevista con…

En esta ocasión he elegido a Miguel Sanfeliu, un valenciano con el que comparto el amor por las letras. Nos conocemos virtualmente desde el 2006, en su blog, Cierta distancia, tengo un sillón particular en el que me siento a leer todo lo que escribe, y nos descubrimos personalmente en la presentación que hizo en Barcelona de su “Anónimos”. Es un estupendo escritor, que tiene que trabajar en otra cosa, porque la literatura no le da de comer, aunque le alimente el alma. 

–Hola Miguel
–Hola, Antonia. Y gracias por haber pensado en mí para inaugurar esta sección en tu blog.

La Editorial Paréntesis publica tu nuevo libro de relatos al que has titulado Los pequeños placeres. Y en esos relatos vas a mostrarnos personas corrientes que intentan mantener el control de sus vidas cuando las cosas no van bien. Háblanos un poco de esas personas.
–Como bien dices, mis personajes suelen ser gente corriente, aunque en situaciones un tanto extremas. Gente que se encuentra en ese momento en que uno cree estar ante el abismo, a punto de dar un paso en falso, como ocurre precisamente en el último cuento.
Escribir es ponerse en el lugar de los demás, intentar ver las cosas desde otro punto de vista, enfrentarte a las pequeñas miserias cotidianas, y eso es lo que pretendo hacer en estos relatos. El título contrasta con el contenido, y es que yo creo que para poder disfrutar de los pequeños placeres de la vida hemos de desviar la mirada demasiadas veces, y en este libro me detengo en esas angustias y tragedias que conforman el horror cotidiano.  

La mayoría de los que escribimos gastamos al menos ocho horas en una ocupación que nos permite comprar el pan y otros elementos necesarios para subsistir. Nunca hablas sobre tu trabajo o tu familia. ¿Ocurre igual al revés? ¿Los que te rodean en tu vida cotidiana saben que escribes?
–Esto es algo que incluso me sorprendió cuando publiqué el primer libro, “Anónimos”. Muchos de mis compañeros de trabajo descubrieron entonces que yo escribía. Supongo que, de algún modo, he mantenido separadas ambas facetas, como si viviera dos existencias independientes. Naturalmente, la gente más cercana, como mi familia o amigos sí que saben que escribo y, a veces, han sido los primeros lectores de relatos que se encontraban en su redacción inicial. Mi mujer es mi primera crítica, y su opinión es decisiva para mí.

–Hay mucha literatura sobre escritores, que si tal escritora enciende una vela antes de ponerse a escribir, o ese otro necesita tener perfectamente afilados los lápices antes de comenzar. En tu caso ¿reconoces algún comportamiento de este tipo? Descríbeme, por ejemplo, el lugar dónde escribes.
–Me resulta muy difícil escribir fuera de mi despacho. No suelo escribir si estoy de viaje o pasando las vacaciones en otro lugar. Fuera de eso, nada demasiado especial. Escribo con ordenador, algo de música de fondo, y previamente una buena cantidad de tiempo que perder haciendo todo tipo de tareas pendientes. Suelo postergar el momento de empezar a enfrentarme al texto.

–¿Qué crees que te impulsa a escribir?
–No lo sé. Es algo complejo. Es una necesidad vital que te permite defenderte de la realidad. Supongo que escribir es, al principio, un refugio, y termina convirtiéndose en una forma de vida.

–Sé que, por lo menos, tienes escrita una novela ¿la tienes castigada en un cajón?
–No, nada de eso. Confío en publicarla algún día, aunque es posible que todavía no le haya llegado el momento.

–¿Cuánto tiempo dedicas a la escritura? Y no vale el rato que estás delante del ordenador mirando el correo, leyendo blogs. Eso no sirve como “me estoy documentando”.
–Ahora mismo, es algo bastante caótico. Quisiera ser más ordenado, pero lo cierto es que tengo que aprovechar todo el tiempo posible. Por eso, gran parte del trabajo se realiza mentalmente, de modo que tengas algo con qué empezar a trabajar cuando te pones a escribir. Suelo escribir una hora después de comer y un par de horas al final de la jornada, de ocho a diez aproximadamente. Pero son los fines de semana y los días de fiesta cuando realmente dispongo de tiempo para escribir.

–Hay muchos tipos de escritores y cada uno tiene su “técnica” aunque algunos no lo sepan. ¿Tú eres de los que ya sabes lo que quieren contar cuando empiezan un relato o vas creando al tiempo que tecleas?
–Soy de los que parte de una idea concreta, pero luego es la historia la que va marcando, en base a su propia coherencia, la hoja de ruta final. Lo mismo ocurre con los personajes. Un personaje se va delimitando a través de sus actos y puede darse el caso de que al final no pueda llevar a cabo algo en lo que pensabas en un principio, sencillamente porque ya no resultaría lógico. Y ya se sabe que la diferencia fundamental entre la realidad y la ficción es que la ficción debe tener lógica.
Recuerdo un relato concreto que comencé con la idea de escribir sobre una cosa y terminé escribiendo sobre otra diferente. Yo quería narrar la historia de un anciano que iba rememorando diferentes episodios de su vida, sin embargo, sin previo aviso, se presentó un extraño personaje y empezó a hacerle preguntas al viejo y, finalmente, me enteré de que el viejo había matado a su esposa, pero la había matado por amor. Me sorprendió, pero me dejé llevar, es lo mejor y también lo más divertido.

–¿Qué opinas de los Talleres literarios?
–Yo estuve en un taller literario por correspondencia. Les tengo mucho respeto y creo que son útiles para aprender técnicas y organizar las propias lecturas. No me parece inteligente menospreciar su labor y no creo en esas ideas poéticas que defienden que el escritor debe hacerse a sí mismo. Grandes escritores se han formado en talleres literarios, como A. M. Homes, por ejemplo, o el propio Carver.

–¿Crees que en la literatura también hay “familias”?
–Sí, como en todas partes, supongo. Pero hay algo que me llama la atención. Son los géneros. Hay géneros con sus propios seguidores, sus propios libros y autores de cabecera, géneros que parecen ignorarse entre sí, géneros con públicos fieles que ni se preocupan por saber que está pasando en otra parte. Por eso me gusta que la literatura juegue libremente con los géneros y se salte esas barreras invisibles y absurdas que a veces lo único que hacen es ocultar a grandes autores.

–¿Qué opinas de lo que hacen leer a nuestros hijos en los colegios? ¿Crees que estamos creando nuevos lectores o es una batalla perdida?
–Vivimos en una sociedad en la que el aburrimiento está muy desprestigiado. Hay que divertirse constantemente, y disponemos de muchos medios para hacerlo, la mayoría audiovisuales e interactivos: televisión, ordenadores, videojuegos, móviles... La batalla es difícil. Tal vez no se trate tanto de lo que se lee sino de cómo divertirse con lo que se lee, interactuar con los libros, discutir sobre ellos... no sé, reconozco que es complicado.

–¿Qué estarías dispuesto a hacer para poder vivir de la literatura?
–Vivir de lo que a uno le gusta hacer es todo un lujo, ¿no crees? Supongo que todos aspiramos a eso, aunque lo importante es escribir. Mis objetivos primordiales se centran en el texto, en los personajes, en la trama, en la estructura... lo demás es accesorio. Sería genial, desde luego, pero no es lo que me impulsa a escribir, así que supongo que lo que estaría dispuesto a hacer para poder vivir de la literatura es lo que ya hago: escribir.

–¿Qué opinas de los Agentes literarios?
–Creo que deben ser útiles cuando uno tiene un nombre y una carrera profesional que encauzar. Cuando se está empezando no confío en que, hoy por hoy, sean de gran ayuda, la verdad. Al menos así ha sido en mi experiencia. Me he dirigido en dos ocasiones a agentes literarios y uno me pidió dinero por corregir un manuscrito y otro ni me contestó, así que no puedo opinar otra cosa.

–Para terminar esta entrevista voy a hacerte una tanda de preguntas de respuestas cortas y contundentes.

–¿Cual era tu cuento favorito de niño?
–“El traje nuevo del emperador”, de Andersen.

–Si te dijesen que no van a dejar rastro en tu organismo ¿qué tres platos cenarías esta noche?
–No sé, creo que lo mejor es no torturarme con esta pregunta. Debo cuidar el colesterol.

–¿Qué querrías ser de mayor?
–Alguien que no tenga miedo de mirar atrás.

–¿A qué dedicas el tiempo cuando no escribes?
–Me gusta leer, el cine, viajar...

–¿Qué viste anoche en televisión?
–Generalmente veo una película por la noche. Ayer vi “The company men”.

–¿Tu sitio favorito para leer?
–Mi despacho o el sofá del salón.

–¿El último libro que has leído?
–“Mis premios”, de Thomas Bernhard.

–¿El último libro que no pudiste acabar de leer?
–No tengo problema en abandonar un libro que no me gusta. Sin embargo, a veces la lectura simplemente se ve interrumpida por otras lecturas y luego regreso a él. Hay demasiado por leer. Tengo varios libros a medias y no soy capaz ahora de citar algún título en concreto.

Bien, Miguel, hasta aquí esta primera entrevista. Mientras espero a tus "Pequeños Placeres"  seguiré disfrutando de todo lo que quieras contarnos desde tu blog “Cierta distancia”.