domingo, 30 de diciembre de 2012

FELIZ AÑO 2013

Me encantaría compartir con vosotros una copa de cava. Se acaba otro año, y digo otro sin ninguna clase de hastío, que quede claro. Sé que el 2012 ha sido un año nefasto para muchas personas en el mundo. Un año terrible para la economía mundial. Terrible para la concepción de Democracia. Terrible porque nos ha hecho dudar profundamente de nuestra capacidad de decidir, de cambiar las cosas.

A pesar de todo lo dicho, sería poco honesto por mi parte no reconocer que, para mí, ha sido un año estupendo. Mi novela La Tumba compartida ha sido leída por miles de personas y Ediciones B se ha convertido en mi editorial. Peso cero me ha acercado también a miles de lectores, algunos de los cuales han tenido la deferencia de ponerse en contacto conmigo para agradecerme cosas que en ningún caso merecía.

En estas fechas toca hacer recuento, preguntarse uno si ha conseguido sus propósitos, revisar sus compromisos con el año que se acaba y ser sincero. He de entonar el mea culpa por algunos de esos compromisos. Me apunté a retos que no he sido capaz de llevar adelante por falta de tiempo, aunque es cierto que en el momento en que me apunté a ellos mi vida era muy distinta. No he ido al gimnasio con la asiduidad que desearía y no he aprendido meditación, ni inglés.

Pero también hay cosas que me propuse y sí he conseguido: he dejado de morderme las uñas y he terminado una novela. No está mal ¿no os parece?

Para acabar compartiré con vosotros mi serie, mi película y mi canción para este año 2012. Como os habréis fijado no he dicho l@s mejores de 2012. Mi elección ha sido algo personal, es una opción que me define más a mí, que a la elección en sí. Este año, en ese momento...

No elegiré mi libro de este año porque después de pensarlo mucho, no puedo elegir solo uno. He leído muchos autores de Amazon, además de clásicos y contemporáneos. Muchos de ellos competirían por ese puesto especial.

Así que, empezando por la serie, sin lugar a dudas, elegiría la segunda temporada de Juego de Tronos. Una serie ambiciosa sobre una novela ambiciosa y que, a mi entender, consigue su propósito con creces.




Esta película me dejó un poso amargo, muy amargo. Me removió por dentro y me hizo sentir.
"Solo hay vida en la Tierra. Y por poco tiempo".




Y en cuanto a la canción. Os pongo esta versión porque es en directo, una grabación de estudio. Y, además, va subtitulada. Me inspiró cuando escribía.




Y ya no me queda más que desearos a tod@s un

 FELIZ





lunes, 24 de diciembre de 2012

Calendario de Navidad - 24 de diciembre

 
Último día de mi calendario navideño particular.
24 de diciembre.
Ya os he deseado todo lo deseable.
No me queda nada más que agradeceros
vuestra compañía durante todo este año.
Las 89.184 Visitas.
Haber compartido con vosotros tantos
escritos, novedades,
alegrías.
Gracias
 
¡FELIZ NAVIDAD!
 
 
 

domingo, 23 de diciembre de 2012

Calendario de Navidad - 23 de diciembre

 
Noveno día de mi calendario navideño particular.
Día 23 de diciembre de 2012.
Todos los que me conocen saben
que tengo debilidad por el siglo XIX.
Y también saben que mis escritores favoritos
escribieron en ese siglo.
Estoy segura de que mi pasión por las letras
nació de ese amor declarado una y mil veces.
Leer a Jane Austen, las hermanas Brönte,
Henry James, Oscar Wilde, Dickens, Flaubert, Stendhal,
Poe, Tolstoi, Ibsen, Dumas...  
Todos ellos me enseñaron a amar la literatura.
A amar los libros.
Me enseñaron a soñar, a vivir otras vidas,
a sentir cosas que nunca antes había sentido.
A comprender las que sentía.
Me mostraron el mundo y a los seres humanos.
 
Hoy os deseo mucha, mucha LITERATURA.
Palabras encadenadas a Historias.
Historias llenas de emoción.
Mi Navidad siempre ha estado ligada a los libros.
Espero que en la vuestra no falten.
 
 
 

sábado, 22 de diciembre de 2012

Calendario de Navidad - 22 de diciembre

 
Octavo día de mi calendario navideño particular.
Día 22 de diciembre de 2012.
Hoy he ido a dar un paseo por Barcelona.
Puerta del Ángel era un bullidero (permitidme el palabro) 
de gente comprando turrones, paseando,
impregnándose del ambiente de Navidad que se respiraba. 
Eso me ha hecho pensar que, a pesar de todo,
las personas tenemos necesidad de "celebrar".
Tenemos necesidad de creer que hay motivos.
 Una vez alguien me dijo
que somos seres simbólicos.
Que los seres humanos necesitamos
"símbolos" que nos ayuden a ubicar nuestras emociones.
Quizá estos días sean solo eso:
una excusa para sentir emociones.
Y eso os deseo en el día de hoy:
EMOCIONES
Pero de las buenas,
de esas que te hacen sentir
cada parte de tu cuerpo
y ponen el acento en que estamos vivos.
 
 
 

viernes, 21 de diciembre de 2012

Calendario de Navidad - 21 de diciembre

 
Séptimo día de mi calendario navideño particular.
20 de diciembre de 2012.
El mundo sigue dando vueltas,
por si alguno no se ha dado cuenta,
y la Navidad se acerca inexorable hacia nosotros.
Os quedan pocos días para buscar
la excusa que necesitáis para alegraros
(si es que necesitáis alguna).
Cuando era niña,
pegaba nubes de algodón en una cartulina azul
y os aseguro que aquello era el cielo más hermoso
que una niña pueda desear.
El río de mi pesebre no llevaba agua,
era de papel de plata y por más que me esforzaba
nunca quedaba lo suficientemente liso.
Mi deseo para hoy es PACIENCIA.
No la perdáis en los preparativos,
que os va a hacer falta para las comidas,
cenas y demás celebraciones.
 
 
 
 

jueves, 20 de diciembre de 2012

Calendario de Navidad - 20 de diciembre

Sexto día de mi calendario navideño particular.
20 de diciembre de 2012.
Vamos a ver, que mañana no se va a acabar el mundo,
lo saben hasta en Reticulín de arriba.
Que todos querríamos que algunas cosas de este mundo se acabaran, lo sabemos todos.
Pero lo único que está claro es que hoy es 20 de diciembre,
que Frank Sinatra era La Voz, con sillón o sin sillón articulado
y que Michael Bublé es la personificación del buen gusto.
Como parece que Santa Claus viene a la ciudad,
le voy a pedir para todos nosotros
la capacidad para saber disfrutar de las cosas pequeñas.
Esas que casi nunca cuestan dinero,
en las que apenas nos fijamos
ni siquiera cuando disfrutamos de ellas
y que permanecen guardadas en un cajón
esperando a que recobremos la sabiduría.
Aquí tocaría una canción de Serrat,
pero como es Navidad ha venido este chico tan majo
que canta que da gusto.
 
 
 

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Calendario de Navidad - 19 de diciembre

 
Quinto día de mi calendario navideño particular.
Día 19 de diciembre de 2012.
Tengo dos vicios confesables...
bueno, en realidad tengo muchos más,
pero hoy solo quiero hablaros de estos dos.
Uno es el café, porque el café representa "un momento".
El otro es la Coca cola, y ese lo arrastro desde mi infancia.
Para mí la coca cola tiene magia y sus anuncios
me recuerdan la Navidad de mi niñez.
Mi deseo de hoy es que encontréis
un motivo para creer en la magia,
esa que hace que cosas que nos parecen imposibles,
se hagan realidad.
Como cuando me ha contado esta mañana una compañera
que su hijo ha encontrado trabajo.
Eso, hoy en día, es MAGIA
 
 
 

martes, 18 de diciembre de 2012

Calendario de Navidad - 18 de diciembre

 
Cuarto día de mi calendario navideño particular.
Día 18 de diciembre de 2012.
Dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro.
Pero en realidad para tener un amigo solo hacen falta
dos personas que quieran compartir.
Compartir momentos, no cosas.
Una charla, un café...
Hoy quiero desearos
que encontréis buenos amigos
(si es que no los tenéis ya, claro).
 
 

lunes, 17 de diciembre de 2012

Calendario de Navidad - 17 de diciembre

 
Tercer día de mi calendario navideño particular.
Día 17 de diciembre de 2012.
Para algunos estas navidades no habrán cenas, ni abrazos.
Para algunos no habrá motivo para celebrar.
Para algunos la tristeza será su única compañía.
Por eso, si tienes un solo motivo para estar contento, es una obscenidad que lo desprecies.
Hoy os deseo que tengáis ganas
de SOÑAR.
  

domingo, 16 de diciembre de 2012

Calendario de Navidad - 16 de diciembre




Segundo día de mi calendario navideño particular.
Día 16 de diciembre de 2012.
Hoy os deseo ESPERANZA
porque es cierto que el mundo
está lleno de motivos para la desesperación,
pero creedme:
es inevitable tener esperanza.
Está pegada a nuestra piel,
unida a las muchas veces que la hemos sentido.
 
 

sábado, 15 de diciembre de 2012

Calendario de Navidad - 15 de diciembre

 
 
Hoy empiezo mi personal calendario Navideño.
Porque aún no me he olvidado de mi niñez.
Porque aún tengo esperanza en los seres humanos.
Porque hay mucha tristeza y desesperación en el mundo.
Porque necesito soñar.

Mi primer deseo para vosotros será:
AMOR.
Pero de ese que sale en las películas.
Del que se empeñan en decirnos que no existe.
Del que escribimos en los libros y te pone la piel de gallina.
De ese.
 
 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Amor y Amistad

Cuenta G.K Chesterton en su prólogo, que Jane Austen dejó todo lo que poseía, incluidos estos textos, a su hermana Cassandra. Y he de deciros que estoy segura de que la hermana mayor de Jane debió llorar de la risa leyendo las historias de los personajes que la pequeña dibujó en estos relatos. Creo que en estos inicios es donde Jane luce en todo su esplendor la característica ironía que se vislumbra en todas sus obras. En muchos de estos relatos podemos adivinar a los personajes que después configurarán sus novelas más famosas. Es evidente al leerlo que Jane iba fraguando su mundo imaginario y los personajes, casi caricaturas al principio, acabarían manifestando una gran personalidad, más tarde.
 
 
“—Lucy —dijo Lady Williams— es muy libre de hacer lo que quiera y espero que no dude en aceptar tan amable invitación por ningún tipo de consideración hacia mí. Realmente, no sé cómo podré separarme de ella. Nunca ha estado en Bath y creo que disfrutaría muchísimo con ese viaje. Hable, querida -continuó, dirigiéndose a Lucy—, ¿qué le parece acompañar a estas Damas? Me sentiré terriblemente mal sin su compañía... aunque, claro, sería muy agradable para usted y de verdad espero que vaya. Si decide ir, para mí será como la Muerte... pero, por favor, que esto no la detenga.”
(Jack y Alice)
 
Jane escribió estos relatos entre los 12 y los 18 años y lo hizo para que sirviesen de divertimento en las tardes de reunión familiar. Hay obras muy tempranas junto a otras más evolucionadas, cercanas ya a su época de novelista, no olvidemos que escribió Juicio y Sentimiento a la edad de 22 años.  
 
“El tiempo transcurría de la forma más deliciosa, entre muestras de mutua amistad y votos de amor inalterable, sentimientos que nunca se veían interrumpidos por la llegada de desagradables visitantes, pues Augustus y Sophia habían tenido buen cuidado en, al llegar por primera vez a aquel vecindario, informar a las familias de los alrededores de que, como su felicidad se centraba totalmente en ellos mismos, no deseaban otro tipo de relaciones.”
(Amor y Amistad)
 
 
Se ve perfectamente en estos inicios la pluma afilada de la escritora. En algunos de ellos es evidente su juventud, pero también la poca contaminación de su discurso, de manera que expone abiertamente y sin tapujos el desprecio que le producen un tipo de personajes habituales de su época. Satiriza el comportamiento absurdo y mezquino de algunos de sus contemporáneos y puede llegar a parecer cruel al mostrar sus debilidades.

“Se trata de un hombre bastante mayor, de unos treinta y dos años, muy feo, tan feo que apenas puedo soportar mirarlo. Es bastante desagradable y le odio más que a cualquier otra persona en el mundo. Tiene una fortuna enorme y se propone poner muchos bienes a mi nombre en el contrato prenupcial, pero... goza de muy buena salud. En resumen, no sé qué hacer. Si le rechazo, tan verdad como que me lo dijo, pedirá en matrimonio a Sophia, y si ella le rechaza, a Georgiana, y no podría soportar ver casadas antes que yo a ninguna de las dos. Si le acepto, sé que seré una desgraciada el resto de mi vida, porque tiene un temperamento terrible, es irritable, extremadamente celoso y tan tacaño, que vivir a su lado no es vivir.”
(Las tres hermanas)
 
Empezaba a despuntar la enorme personalidad de aquella joven escritora que supo mostrar la debilidad de una sociedad caduca, a través de historias, aparentemente insustanciales, en las que situaba el foco sobre la obligatoria debilidad de la mujer, la caballeresca presunción del hombre y un sistema de subsistencia económica basado en el matrimonio de conveniencia.
 
“—Es decir, todo el mundo que tenía un compromiso con ellos. Pero ¿llamaría usted afortunada a una niña inteligente y sensible, que es enviada a Bengala a la búsqueda de un marido, que se casa allí con un hombre cuya personalidad no tiene tiempo de juzgar, hasta que su juicio ya no le sirve de nada, y que puede ser un tirano o un loco, o ambas cosas, porque nada parece indicarle lo contrario? ¿Llamaría a eso buena suerte?”
(Catharine, o El Cenador)
 
 

sábado, 17 de noviembre de 2012

El Piano



Siempre había sentido la música, desde muy niña. Su padre tocaba la guitarra y cantaba flamenco. Su madre le acompañaba. Lo hacían en casa, durante alguna celebración, en días especiales. Entonces a ella le sonaba bien esa música porque representaba algo que ellos amaban. Quizá por eso le gustaba cantar y lo hacía en todas partes, en la calle, en la escuela. Se le daba bien, lo lleva en la sangre, decían los mayores.

Pero su sueño, lo que de verdad deseaba en secreto, era poder componer música delante de un piano. La música clásica inundó su casa, aquella que antes solo habían visitado: Rafael Farina, Manolo Escobar, entre otros, de la mano de sus padres. Los Beatles, Supertramp, El dúo dinámico y Serrat, de la de los demás.

Ahora, junto con el nuevo tocadiscos (acabado ya el tiempo del de maleta), llegaban decididos Mozart y su Serenata nocturna, Chopin y su Revolucionario, Liszt y su Concierto para piano nº 2 en La, Vivaldi y Las cuatro estaciones, Debussy con El Preludio a la siesta de un fauno y, sobre todos ellos Tchaicovski y su Concierto para piano nº 1 en si bemol menor.

A los diecisiete años, cuando pudo disponer de dinero propio se encontró ante la más maravillosa coincidencia. Se llamaba Francina y la conoció por ser la novia de un amigo, algo mayor que ella. Pero lo más importante es que era profesora de piano.

Francina la escuchó tocar la guitarra y cantar y le dijo que había algo en ella que no se aprende en una escuela de música: sentimiento. Se ofreció a darle clases a un precio que pudiera pagar, haciendo de hada, papel que le iba muy bien.

La profesora madrina le dio las llaves de su casa para que pudiera ensayar cada día. Ella tenía vocación, pero no tenía piano. Sin la una se puede aprender, pero sin el otro es imposible. Allí había un gato que le hacía compañía y que tenía el detalle de no huir despavorido al oírla repetir una y otra vez la misma pieza machacona, que al principio todas lo son.


Ensayaba durante tres y cuatro horas diarias, era como si fuese consciente de que tenía poco tiempo y debía aprovecharlo bien. Durante aquellas horas no era una aprendiza, era una virtuosa del piano escondida en una buhardilla, que buscaba sin descanso la obra de su vida, aquella que solo ella podía componer.

Nunca se había tomado nada tan en serio.
 
El día que fue a ver a su profesora por primera vez a un concierto, ella le dijo una frase que jamás olvidaría: yo tengo la técnica, pero tú tienes talento.


Los años pasan y los sueños se guardan escondidos en un cajón, porque dan miedo. Allí se meten también las fotos en las que no nos reconocemos, el primer beso, la primera desilusión...
 
Ahora tiene un piano que aguanta una pared de su casa. Es un hermoso piano, de color negro, que mantiene brillante con una suave gamuza. Cada vez que alguien la visita por primera vez, hace la misma pregunta:
—¿Quién lo toca?

Ella lo mira con tristeza y responde:

—Nadie.
Y piensa que llegó tarde, cuando ya no había tiempo para sueños de tanta vida que se le acumulaba entre las manos.
De vez en cuando se sienta frente a él y lo acaricia. Quiere que sepa que está ahí y que, quizá, algún día vuelva a tener diecisiete años y una buhardilla.

martes, 30 de octubre de 2012

Nadie va a creerte

Miraba por la ventana tratando de reconocer, al menos, el paisaje. Detrás de ella, el cuerpo inerme de Jandro dejaba que la sangre se escapase lenta, pero inexorablemente. Al ver pasar a uno de sus vecinos no pudo evitar recordar que también le había visto por la mañana, cuando salía de casa para ir a trabajar. Aquellas horas le parecieron entonces una distancia inabarcable para su cerebro resquebrajado.
  
Cuando era niña, solía esconderse debajo de la mesa a la hora de irse a la cama. Aquel momento le resultaba especialmente aterrador. Cuando su madre la arropaba y le daba las buenas noches ella siempre trataba de retenerla con alguna excusa. Nunca se atrevió a decirle cuánto miedo le daba que la dejase sola en la semipenumbra de su habitación.

En la pared había una Virgen de porcelana con las manos juntas en actitud de oración. Era tan solo una talla colgada de una alcayata, pero para ella suponía la personificación de sus terrores más profundos.
 
Cuando su madre salía de la habitación aquella imagen cobraba vida. Giraba el rostro hacia la niña y, oscureciendo sus ojos, transformaba la dulce sonrisa en una mueca espeluznante. La pequeña no podía resistirse al terror y se escondía bajo las cobijas, temblando como una hoja, hasta que se quedaba dormida. Entonces las pesadillas se hacían cargo del resto.

Miró aquellos ojos oscuros que la observaban desde la pared. Una semana hacía que había muerto su madre y doce los escalones que llevaban al desván de la vieja casa familiar. Le había preparado una caja con sus recuerdos. Sujetándole con fuerza del brazo, ya moribunda, le había insistido en que debía llevársela de allí

Jandro se enamoró de la talla, deformación profesional, y la colgó en la pared que vigilaba su cama.  Noche tras noche, ella se escondió bajo las sábanas ante los ojos siniestros y amenazantes de la figura.

La sangre goteaba sobre la alfombra blanca. Nadie iba a creerla.
Era una hermosa talla.
Nada más.

 


miércoles, 10 de octubre de 2012

La Tijera

No tiembla su hoja ante mi mirada, me habla de seguridad y fragilidad, en un magnífico plano, en mitad del Universo ambiguo. Al borde del abismo, sujeta por mi mirada, me hace preguntarme ¿qué ocurrirá después? ¿Qué pasó antes?

Cansada del trabajo rutinario, de un mundo de papel, cartón, tela y quien sabe qué más argumentos, hastiada de no ver más allá de su vacío. Temerosa de acercarse a aquello que ama porque sabe que su beso rompe y rasga. Creada para servir y olvidada en un cajón a la espera de ser sostenida por mano firme y cálida, que susurre en su oído de metal los deseos más imposibles, los sueños y proyectos más creativos. Sueña que la dejan desfilar por colores luminosos y después permiten que se entretenga en el detalle y la forma.

Sus antepasados la contemplan desde la Antigua Grecia. Cimbrean los troncos desnudos de las flores que ha cortado. Los cabellos que ayer adornaban el rostro amado, ella los hizo caer con precisión de cirujano y dolor que no se siente. Fue ajuar funerario de tumbas lejanas, ocupó las manos de princesas y lacayos. Ha estado en permanente actividad, desde casi el principio, y cada nuevo día la convierte más en lo que fue. Apenas ha cambiado su aspecto desde aquellos tiempos de la antigüedad, tan perfecta es su forma que no ha necesitado de maquillaje ni cirugía reparadora. De plata y oro la hicieron, de acero se ha visto cubierta, siempre para el mismo fin. Siempre con la misma distancia del demiurgo dominante. Sostenida, amarrada, acompañada en su viaje de separar y reconvertir aquello que fue en algo nuevo.
Si me pidiera ayuda no podría dársela, permanecerá cautiva de las miradas ajenas a su arte. Callada, en un mutismo obligado, sus músculos de acero teñidos de mi roja sangre. Por siempre quieta. Por siempre distante.

¿Que cuándo te dejaré libre? Nunca, ingenua dominante. Creíste que esperabas y no era cierto. Ya nada esperas, se acabó el tiempo de mantenerte al acecho de su llegada, dispuesta a ayudarle en su tarea. Siempre estuviste para ese borde y canto, siempre dedicada y entregada. Ahora descansa, aprovecha el olvido para recordar, despierta aquellas imágenes dormidas en tu memoria. Recuerdos tuyos de recuerdos de otros. Momentos en la vida de cada uno que quedaron fijos en una imagen que tú recortaste y convertiste en amuleto. Estuviste en mis manos y aquel recuerdo amargo se hizo añicos entre tus brazos, sujetos por dedos que se clavaban en tus ojos. Cuántos como yo se servirían de ti para borrar el pasado, cuántos para huir, creyendo que había para ellos un nuevo futuro. Quitaste las notas de mi partitura y dejaste la canción tal cómo la quería escuchar, tan sólo aquello que de veras me pertenecía, quebrando la parte del tronco que nos unía. Ahora mis álbumes de fotos aparecen mutilados y mis recuerdos, olvidados. ¿Por qué será entonces que siempre que las miro veo lo que ya no está, lo que tú quitaste y convertiste en migajas que dar a la tierra? ¿Por qué allí donde ya no hay nada mis ojos se quedan fijos y puedo sentir el sonido de tu quehacer, de tu abrir y cerrar acompasado?

Igual que siento tu fría hoja entrando en mis entrañas.

 
Él se fue, yo me voy. Se apagará la luz y se oscurecerá el mundo, un mundo recto y tajante en el que nunca más hundir tus manos.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Entrevista con Félix Jaime



Félix Jaime nació en Madrid en 1961. Terminó los estudios de Arquitectura Técnica en 1987, profesión que le ha proporcionado el sustento desde entonces. Es viudo y tiene un hijo de diecisiete años. Es un hombre divertido e irónico, buen compañero, siempre dispuesto a ayudar y compartir ideas con otros escritores. Este mes de septiembre, la editorial Planeta, dentro de su nuevo sello digital Tagus, ha publicado su novela "El hombre de Grafenek", una estupenda obra que tuve el gusto de leer hace unos meses.



Hola Félix ¿Cómo está yendo la publicación de tu novela y cómo valoras tu experiencia con la autopublicación?

Hola, Antonia. Pues de momento va bastante bien. Tagus ha comenzado su andadura hace poco y creo que ha transcurrido poco tiempo como para hacer balance, pero las expectativas parecen buenas. En cuanto a la autopublicación, la veo como la única alternativa a la publicación por una editorial al uso, y es tan digna y respetable como la otra.

1. ¿Qué rasgo de tu personalidad como escritor destacarías?
La capacidad de observar. Me encanta observar a la gente en mi entorno, en una conversación, andando por la calle…Y la imaginación. Esa observación suele terminar en situaciones delirantes que mi crea mi cerebro. Otro rasgo importante es la curiosidad. Una curiosidad infinita, de siempre.

2. ¿Qué cualidad esperas de un escritor o escritora?
Que despierte mi interés. Únicamente eso, con todo lo que eso conlleva, por supuesto. Que me emocione, que me haga reír, o llorar, o seguir leyendo hasta que se me caigan los párpados. Yo no busco distraerme leyendo, o al menos no busco sólo eso.

3. ¿Qué esperas de tus amigos cuando les das a leer un manuscrito?
Ahora ya nada, jajajaja…A mis amigos digamos cercanos, del entorno, dejé de dejarles manuscritos cuando descubrí que siempre me decían lo mismo, que escribía mejor que Cervantes. Su opinión no me servía para nada. Ahora les envío el manuscrito a unas cuantas personas de la red, que son mucho más rigurosas y que también escriben. Una de ellas es Blanca Miosi. Su opinión cuenta mucho para mí.


4. ¿Cuál crees que es tu principal defecto a la hora de escribir?
La inconstancia. Puedo escribir veinte páginas en un día, estarme sin tocar el cuaderno una semana, volver, escribir dos páginas… Reconozco que soy muy inconstante a la hora de ponerme a escribir.

5. ¿Cuál es tu ocupación favorita? (sin contar la escritura)
Viajar. Es algo que me apasiona. Y la lectura y el cine. Por ese orden o al revés, según el momento.

6. ¿Cual es tu sueño de felicidad?
Poder vivir algún día de lo que escribo, para tener tiempo para seguir escribiendo, y más tiempo para viajar. El verano pasado leí “Corazón de Ulises”, de Javier Reverte. El viaje que se describe en ese libro es el tipo de vida que me encantaría poder alcanzar algún día.

7. Si pudieras ser otra persona ¿quién te gustaría ser?
Javier Reverte, jajajaja… No lo sé. Tantas… Admiro mucho a los héroes, pero a los héroes de verdad. Vicente Ferrer, Albert Camus, Howard Roark, el arquitecto protagonista de “El manantial”…

8. ¿Dónde te gustaría vivir?
En el Trastévere, en Roma. O en Carcasonne, en Francia. En la parte nueva, no en la ciudadela, jajaja

9. ¿Cuál es tu lugar favorito para escribir?
Un sillón cómodo, en cualquier lugar, aunque en el pueblo de mi suegra es en donde más a gusto me encuentro y más me inspiro. El silencio es tan absoluto por la noche que a veces hace daño.

10. Tus novelas favoritas son:
Ufff, muchas. Por decir algunas, “El nombre de la rosa”, “Sostiene Pereira”, “1984”, “Niebla” y “Zorba el griego”

11. Esas novelas que no pudiste terminar por…
Por pereza, sueño, o manifiesta incapacidad intelectual para asimilarlas. “Cien años de soledad”. No pude pasar de la cuarta página, y reconozco que es un problema mío. Tanto “realismo mágico” llegó a desconcertarme. Y el “Ulises”, de Joyce.

12. Tus héroes y heroínas de ficción
Ulises (el homérico), Howard Roark, Atenea y Zorba el griego.


13. Tus pintores favoritos
Van Gogh, Antonio López, Edward Hopper, Magritte. Escher, Dalí, El Bosco, y todos los del siglo XIX español.

14. Tus compositores favoritos
En clásico me encantan Barroco y Renacimiento. Purcell, Marin Marais…En música moderna, CRC, Los WHO, Pink Floyd, Beatles, Bob Marley, Madness, Miles Davis, Kenny Burrell, Lou Reed, REM…

15. El escritor o escritora que más admiras
Una pregunta muy difícil. Diría Albert Camus. Y Gerald Brenan. Y Delibes, Delibes también.

16. ¿Qué talento natural te gustaría poseer?
Tocar la guitarra eléctrica como Mark Knopfler y Carlos Santana juntos, y cantar como Freddy Mercury.

17. ¿Qué le pides a la literatura?
Más que a la literatura, a la que respeto por encima de todas las cosas, a los que se ocupan de ella: precisamente eso, respeto.

18. ¿En qué momento considerarías que has triunfado en la vida?
En el momento en que pudiera dedicarme por entero a lo que me gusta, que es viajar y escribir, sin tener que preocuparme de los ingresos para subsistir.

19. ¿Cómo crees que será tu vejez?
Jajajaja…Mi vejez está a la vuelta de la esquina, Antonia. No creo que sea de ninguna manera, pero me encantaría que fuera plácida, tranquila, y con la cabeza en mi sitio.

20. ¿Cómo desearías morir?
Esa es una buena pregunta. La muerte que más me ha gustado últimamente ha sido la de Tom Wilkinson en “Exótico Hotel Marygold”. Tranquilo, sentado en una silla de mimbre, observando a un flamenco levantando el vuelo… Me encantaría morir así.

21. ¿Cuál es tu lema?
Más que un lema, es una forma de vida. Se trata de una frase de Voltaire: “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería hasta la muerte tu derecho a decirlo”. Mientras no seamos capaces de respetar las ideas del otro, no nos moveremos en ninguna dirección.

¿Tienes en mente alguna historia? ¿Estás ya trabajando en otra novela?
Pues sí, estoy retomando una historia que empecé a escribir hace unos años y que dejé aparcada cuando surgió el Grafeneck y la novela anterior, que no vio la luz por su falta de calidad. Trata sobre las relaciones humanas, sobre la frontera que aparentemente existe entre los que manejan el poder y los que lo sufren.

Estoy muy contenta de tenerte en mi blog, Félix , espero que tu novela tenga el éxito que se merece. Muchas gracias por tu tiempo.

Me encanta charlar con alguien que, como tú, conoce perfectamente las inquietudes que nos sacuden a los que no podemos dejar de escribir de vez en cuando. Espero que todo te siga yendo fenomenal, y que volvamos a encontrarnos en otra ocasión. Recibe un fuerte abrazo.



martes, 4 de septiembre de 2012

¿Las novelas para jóvenes deben ser asépticas?

Es algo que me pregunto mucho estos días. ¿Una novela juvenil debe ser aséptica? ¿Sin sexo, sin política, sin dolor, sin traiciones, sin padres malos y amigos crueles? ¿Se puede llamar negro a una persona de color y un adolescente puede llamar "moro" a un marroquí dentro de la trama?
 
Tengo muchas dudas, no creáis. Cuando hablo con mis hijos me doy cuenta de que todos esos temas están en su vida, forman parte de su día a día. Les preocupa el futuro, se preguntán cómo será su vida dentro de unos años. Se interesan por el sexo y sufren cuando se sienten traicionados.
 
¿Entonces las novelas que escribimos para ellos deben "limpiarse" de todos esos temas que muchos consideran tabú para la adolescencia?
 
Claro, muchos diréis, bueno si la trama lo exige, o sea, si está justificado, pues adelante. Evidente, no pretendo decir que haya sexo después de un partido de hockey en el que los protagonistas acaban de conocerse. Tampoco sería lo normal.
 
Hay gente que cree que lo que ocurre en la vida real no debe ser plasmado en los libros, si estos están dirigidos a los jóvenes. Que los libros juveniles deben "aleccionar" al lector, mostrarle cómo deberían ser las cosas, no cómo son.
 
¿Os parece ético este planteamiento? Se trataría entonces, de utilizar la literatura para jóvenes como un medio de inculcar nuestros falsos valores. Falsos porque no se corresponden con la realidad.
 
¿Harry Potter puede matar, pero no puede hacer el amor? Para cualquier adolescente sería mucho más lógico y sano hacer lo segundo, antes que lo primero ¿verdad?
 
Estoy escribiendo una saga juvenil y a veces, me pregunto cosas...
 

viernes, 17 de agosto de 2012

Preguntas y respuestas: Peso cero

Hace un tiempo que le doy vueltas a algo. Recibo muy a menudo correos de lectores. Al principio, he de reconocer, que llegaban muchos más de lectores de Peso cero y sus preguntas eran peliagudas, muchas veces. Después empezaron a llegar también de los lectores de La Tumba compartida y, aunque siempre contesto a todo el mundo, he pensado que quizá habrá quién se haya preguntado esas esas mismas cosas (suelen repetirse las preguntas), pero no se ha decidido a escribirme.

En la entrada de hoy responderé a las preguntas sobre Peso cero y en una próxima entrada, trataré las de La Tumba compartida.


Peso cero:


—¿Peso cero es una novela autobiográfica?

Esta pregunta me la han hecho tantas veces que he perdido la cuenta. Supongo que el hecho de haber vivido una experiencia tan traumática como la de mis personajes, haría que muchas personas se sintiesen más "seguras" hablando de su problema conmigo.

La respuesta es no. Nunca he sido anoréxica ni bulímica, aunque sí sufrí de trastornos alimentarios en la adolescencia. El libro está muy documentado y es una inmersión en la anorexia fruto del respeto y la seriedad, pero no cuenta mi historia.

—¿Peso cero puede ayudarme en mi tratamiento?

Hay personas que me han dicho que se lo había recomendado su psicóloga y que les había ayudado.

Pero, Peso cero, no es un libro de autoayuda. La anorexia es una enfermedad grave, que debe tratarse seriamente. El libro puede ayudar a entender la enfermedad y sobre todo a hacer entender a los que te rodean lo que supone ser anoréxica/o. No siempre es fácil de entender. Muchos padres no están preparados para aceptar que sus hijos no pueden "controlar" el hecho de sentarse a comer y prefieren pensar que lo hacen para fastidiar. La novela puede ayudar a comprenderle un poco mejor.

—¿El tratamiento que sigue Alicia en el convento es un tratamiento real que se ha utilizado alguna vez?

No. La medicina se basa en la idea de que la anorexia es una enfermedad de la mente y en mi novela se sigue esa teoría en la primera mitad del libro. Cuando ese camino no surte efecto toma protagonismo la otra idea, la idea de que es una enfermedad del espíritu, fruto de la insatisfacción, la incapacidad para aceptar la frustración, la poca confianza y estima hacia uno mismo. Pero también de carencias de la sociedad respecto al individuo. Hoy en día funcionamos por mayorías, sin darnos cuenta que esas "mayorías" dejan fuera a mucha gente. 

Todo ese cóctel se mezcla con la comida y lo que en un principio empieza como un "voy a dominar mi voluntad" acaba por "esto me domina a mí". Y se manifiesta y desarrolla de un modo muy similar a una drogodependencia. Lo ideal en estos casos es sacar al paciente de "su mundo" porque, es evidente que, lo que le ha llevado allí, es algo que está en ese mundo al que pertenece.

Hoy en día, vivir en un convento es como vivir en otro planeta. El desarrollo de la vida en un monasterio está marcado por unas estrictas normas y eso es lo que necesita alguien que ha perdido el norte: no tener que pensar en lo que debe hacer. Como dice un personaje en mi novela "cuando tienes que comer, comes".  

—¿En qué consistió la documentación para escribir la novela?

Me infiltré en un foro de Ana y Mía y durante unos meses fui una de ellas. Allí conocí su día a día, sus trucos, sus hábitos. Pero también descubrí sus miedos y sus motivos. Hablé con un médico general, un psicólogo y un psiquiatra. Intercambié correos con una monja de un Monasterio cisterciense del centro de España y, a través de ella, visité a las monjas de Vallbona de les Monges. Ellas me explicaron en qué consistía su vida y pude captar la idea de lo que supone vivir en un convento.

Estas son las preguntas que he escogido de todas las que he recibido. Lo he hecho basándome en un criterio de pura repetición.

También recibo correos de adolescentes que me piden ayuda. Algunas noches me he ido a la cama con el corazón encogido. Pero debo decir que yo no tengo la solución al problema, no soy médico y tampoco psicólogo. Tan solo soy escritora.

La anorexia es una enfermedad terrible porque es de esas enfermedades "mal vistas" por la sociedad. Una vez me dijo alguien que lo sentía, pero que no podía compadecerse de Alicia, que ella no comía porque no quería, mientras en el mundo muchos niños se mueren de hambre. He de reconocer que me dolió ese comentario, pero me ayudó a comprender por qué cada vez hay más niñas y niños que la padecen.

Son invisibles emocionalmente.


Federación Española de Asociaciones de Ayuda y Lucha contrala Anorexia y la Bulimia nerviosas



martes, 31 de julio de 2012

Once upon a time...

B de Books es un sello editorial dedicado exclusivamente a la publicación de novelas en formato digital. Pertenece a Ediciones B, que han sido los abanderados en la causa "autor busca lector" y promueve la publicación de "best-sellers" a precios muy ajustados y en todas las plataformas de venta digital.

¿Qué mejor opinión que la de los propios lectores? Un autor sube su novela a Amazon, porque cree en ella, porque está convencido de que gustará y espera.

El boca-oreja es la única herramienta de la que dispone. Anuncia en su muro de Facebook que ha subido una novela, lo cuenta en twitter y espera.

A partir de ahí se pone en marcha una maquinaria invisible, que algunos se empeñan en patentar, mientras otros elucubran extraños conjuros y tramas secretas. Y la novela comienza su escalada, más o menos rápida, hacia la cumbre.


Los lectores tiran de la cuerda con sus reseñas y opiniones y el autor va diciendo a sus "amigos virtuales": ¡Oye, si te apetece, puedes ver lo que dice este lector de mi novela!

Y entonces, una mañana recibe una llamada de teléfono:
Hola Antonia, soy Lucía Luengo, editora de B de Books. Ya te imaginarás para qué te llamo...

Si os cuento que me temblaron las piernas y me entró la risa tonta, os lo creeréis seguro. De aquella conversación recuerdo poco, porque desde la nube a la que fui proyectada la cobertura no era muy buena, solo recuerdo que tenía una voz muy dulce y que todo lo que decía era agradable.

Y así fue como empezó un precioso proyecto que culminará, a principios del próximo año, con la publicación de La Tumba compartida, dentro de la colección La Trama, de Ediciones B.

Ya os iré contando...